lunes, 17 de junio de 2013

Jean Ryan - No necesitaras la suerte.

Arrugarme entre tus caderas,
como la sangre que resbala,
entre mis ásperos dedos.
Agarrarme al viento,
como si mañana,
la suerte venga para triunfar,
entre ruinas de colores,
de piedras y aceros.

En la hambre del calendario,
de tu amor que dejaste,
para pisotearlo,
al pasar,
y llorar,
y reír,
y  otra vez al pasar,
escuchar tu ganas de follarme,
si saber que ayer estaba,
y hoy me fui sin molestar.

Me perderé en la profundidad,
de tus dos orejas,
bajo aquellas caderas,
después de tanto caminar,
y pensar,
que me tiemblan los huevos,
que no era la mentira,
ni la mierda de la verdad,
que el aire viene al galope,
sin parar.

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