jueves, 6 de junio de 2013

Jean Ryan - El pecado de tus huesos

Tu eras mi única obsesión,
mientras estaba a tu lado,
tu eras mi mayor pecado,
y el no confesar,
que pasábamos mañanas y noches,
juntos follando.
Si tu piel es el alimento,
que a mi cuerpo le da la vida,
dijiste,
que me visitarías,
una noches,
y las malas compañías,
de vacías botellas.

Tienes mas penas,
que la nube cuando llueve,
y el sol cuando se apaga,
y en el atardecer que quema.

La prohibición no están en,
tus viejas leyes,
que dejaste un día,
sin alquilar papeles,
ni magistrados, ni jueces.

Y volver y volver a ser,
a ser aquel , aquel,
que un día canto de noches,
y una noche contó el día,
como si viviera en la sombra,
de un viejo ropero,
donde se guardan,
asquerosos recuerdos.

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