martes, 4 de junio de 2013

Jean Ryan - La libertad de la amapola

Solo, solo, escribiendo,
bajo la una,
las noches de primavera,
donde aquí en Sevilla,
se marcho una cenicienta,
y dejo desgarrado otro corazón.

Escribiendo escuchando,
otro melancólico blues,
donde me quede bailando a oscuras,
en esta desolada habitación,
donde se refugia otro,
que dejaste solo, solo,
como mirando al mar,
queriendo obtener las respuestas,
y sin ninguna, que valga,
para la solución.

Siempre fui el encarcelado,
que quería salir,
de tus juegos de religión,
cuanto mas desobedecía,
mas amigo era del viento,
como si estuviera,
revolviéndome contra la sociedad.
Y decían mi alrededor,
que aquella amapola,
era la oveja negra,
que resplandecía,
como una flor silvestre,
que era independiente ,
de las demás,
y se sumergía en su libertad.

Eres esa puta flor,
que es mas libre,
que el mar,
en su ida y vuelta,
cuando lloran,
los gatos,
que en celos están,
y saben que en esta noche,
todo volverá a ser igual,
la luna nos visitará,
y yo en vela,
escribiendo y entre libros,
que sabiamente me aconsejan.


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