martes, 23 de julio de 2013

jean ryan - 24 de julio, otra llamada, otra cerveza

No me quiero atrever,
ha desearte algo mejor,
porque mis noches,
sin la luna,
ni estrellas,
soy como el pájaro sin plumas,
que quiero volver a renacer,
en su vuelo de libertad,
que el viento viene y va otra vez.


Se nos quedan cortas tantas horas,
sin estar adjunto a tu sudor,
ni a tu pelo,
ni a tus labios,
que tiene pelusa,
de mi ayer,
ni mi vida,
ni yo te quiero ver,
ni en mi armario,
ni en el recuerdo,
de mis ventanas,
de las flores enloquecer,
ni sin mayos,
de primaveras,
inminentes,
de noches en velas,
de poesía y velas,
de tintas y fuego.

La rabia de no tenerte,
de no abrazarte,
de no escucharte,
y de no poderte ver.

La ira de mis cama,
sin tus bragas,
ni tu bramidos al anochecer,
me acompañan,
unas rosas,
viejos papeles,
la poca luz de la luna,
la melancolía de mis ojos a oscuras.

Y sin rimas que gritar,
y exponerte,
a ti bella,
luna que me acompañas,
esta noche,
que contigo,
la noche no se me es amarga,
ya no tengo el frió,
sin tu sabor,
ni la armónica,
dicta a un solitario corazón
que anda buscando,
algo,
que le de mas calidez,
de fiestas de ginebras,
bailando a solas,
aquella balada,
empapada de lagrimas,
que me recordaban,
que ya mayo paso,
que el verano marchó,

Hasta nunca,
me revuelco por el suelo,
desbocado,
en fuego,
en la suciedad,
en lo negro,
y en ásperos,
nostálgicos,
y sucios sueños.

Veinte cuatro de julio,
otra llamada,
otra puta cerveza,
no voy a cerrar mis borracheras,
que vuelven,
mis ganas de vivir,
y al final se van,
como el otoño sin ti,
y mis largas noches,
no paran de recordar.

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