Eran un joven chico,
contra lo sociedad,
gritaba a solas,
y lloraba con la soledad.
Ha veces creía que volvería,
que se volvería a enamorar,
pero cuando estaba en las noches,
junto a la luna.
Pensaba que el podía volar,
sentirse en la libertad,
posarse en la rebeldía,
que le dio el viento,
y que mañana otro día será.
Un día a la mar,
le quiso contar,
y el saber que tu ya,
no te paseas,
por aquella solitaria playa,
donde las olas,
te llevan a donde,
se ahogan las penas.
El fuego no ceso,
y llama cogio mas color,
en tu pupila,
se derraman,
y el color de la pasió,
desvanecida en la ceniza,
que tiñó de oscuro,
de maldición,
de la mentira,
de la traición,
de injurias.
Otra vez, me vuelven a visitar,
tus fantasmas,
cercan están,
nos armaremos el corazón,
y que nos luche,
lo que un día sucedio.
- Vete , vete de aquí,
sal a la pueta,
el que tu vestido,
negro no vuelva.
Vete, vete no vuelvas,
que esta ventana,
quedará cerrada,
igual que la sangre a mis médulas.
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