Mrs.
Ferrari ha muerto víctima de una sobredosis de somníferos. Hace un año, su
marido murió al parecer de una gastritis aguda. Carroline Sherpard, la hermana
del médico del pueblo, sospecha que fue envenado. Poco después, Roger Ackroyd,
el terrateniente de la villa, aparece muerto con una daga tunecina clavada en
la espalda.
¿Estarán las tres muertes relacionadas? ¿Tendrá Caroline razones para sospechar? Afortunadamente al pueblo ha llegado un nuevo vecino, un hombre bajito de grandes bigotes, que se ha retirado a descansar y a cultivar calabacines.
Otra gran trama de esta magnífica escritora lo que se puede decir una auténtica novela de detectives clásica, con asesinatos, investigaciones y lo más morboso, una larga lista de sospechosos.
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