Vos cometisteis traición
pues me heristes, durmiendo,
d´una herida qu´entiendo
el deseo d´otra tal
herida como me distes,
que no la llaga ni mal
ni daño que me hezistes.
Perdono la muerte mía;
mas con tales condiciones,
que de tales traiciones
comentáis mil cada día;
pero todas contra mí,
porque, d´aquesta manera,
no me plaze que otro muera,
pues que yo lo merescí.
Más plazer es que pesar,
herida c´otro mal sana:
quien durmiendo tanto gana,
nunca debe despertar.
Bellísima poesía. Muchas gracias por ponerla aquí me ha sido de gran ayuda para mi trabajo de antología poética.
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