¿Donde
esta esa promesa?
¿Dónde esta
esa declaración?
De amor
que juraste, traicionera.
Te marchaste
sin decir nada,
sin dar
ninguna explicación,
te buscaste
otra morada,
haya donde
el fuego calentó,
en los
años con esa triste niebla.
me dejaste
solo,
dueño de
ese vagabundo,
que deambulaba
por la calle,
ciego de
aquel dolor.
Recogí
la pistas,
que dejaron
tu pelo,
la fragancia
de tu viejo olor,
para encontrarte,
aunque me
estrelle,
y me
queme con el suelo,
aunque sea
lejos
aunque este
perdido e Nueva York.
Esta
tinta no deja de cesar,
no se
quiere resistir,
quiere seguir
el camino,
lo que
la brújula perdió,
el oeste,
el este, el norte y el sur,
no se
donde estas,
pero ya…
tampoco interesa.
Ahora
estoy con soledad,
a las
oscuras y la claridad,
la que
nunca me molesta,
nunca me
abandona,
con ella
siempre estaré a solas.
En las
noches locas,
en las
que se pone juguetona,
yo le recito mis poesías,
y ella
me hablas de sus historias.
Jean Ryan
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