Aislado, desorbitado,
en sueños de plásticos,
de mugrienta suciedad,
que creía,
que tu me añorabas,
cuando venías,
tu recuerdo,
a visitarme,
todas las mañanas,
en las que solo,
me veía,
solo en la cama.
Que mi habitación,
esta llena,
de cuando tu no estabas,
de los lodos del camino,
donde me atrapaban,
para pedir,
refugió en tus cobijo,
donde me decías,
duerme conmigo.
Mi zulo, donde duermo,
cuando estoy borracho, drogado,
y sin corazón,
que canta cuando la luna,
se pasea por mayo,
sin pedir ayuda,
al viento,
que le viene azotando,
a la soledad,
donde la melancolía,
de tus ojos,
me anhelan,
de vasos de aguas,
vacíos,
de miles de resacas,
y noches en velas,
de miles de lagrimas secas,
de miles,
de quemaduras,
que se propagan,
hasta devorar,
la poesía,
que tu cuerpo,
tatuaba, mis dedos,
de los que escribía,
cuando se sentaban,
frente,
a canciones tristes,
de poetas,
de primaveras eternas,
de noches que sufrían,
que cuando tu ausencia,
asesinaba,
el silencio,
del camino,
que tenía un final,
equivocado,
y en balanzas,
desproporcionadas,
por los celos y olvidos.
martes, 30 de julio de 2013
lunes, 29 de julio de 2013
Jean Ryan - En este bullicio silencio llamado soledad
Son mucha las noches,
que ya no te veo,
pasear,
ala penumbra de la noche,
ni sin luna,
ni si quiera de tus desvelos de amor,
de desgarraduras, de puñales,
de dagas con sangre,
de mi estrecho corazón.
Cuando tenia penas,
lloraba sin sabor,
de tanto sin albores,
de tantos besos,
al aire,
sin tu pelo,
ni tus sonidos,
de tus pies descalzos,
pisando,
mi cuarto y desnudándote,
en mi colchón.
Me decía no te duermas,
en tus sueños locos,
follas con la luna,
porque se hace corta la noche,
sin ella,
cuando estoy en vela,
con mi humo y mis flores,
de tantos,
maltrataros,
de tanto ser,
y en mi armario,
que brillan la desidia,
y las estrellas.
Y en su encubría,
de tantas ropas secas,
de mi pereza,
de atracarte,
las puta boca,
de tu esencia.
Este bullicio silencio,
de escuchar,
mi lápiz,
dejando tintas,
que dejan mi ira,
marcada en un papel,
que se quema lentamente,
en mis drogados ojos,
de borracheras de ginebras,
viendo como la soledad,
me cicatrizan,
unas vez mas,
abandonad,
en una oscura noche,
si ti... .
que ya no te veo,
pasear,
ala penumbra de la noche,
ni sin luna,
ni si quiera de tus desvelos de amor,
de desgarraduras, de puñales,
de dagas con sangre,
de mi estrecho corazón.
Cuando tenia penas,
lloraba sin sabor,
de tanto sin albores,
de tantos besos,
al aire,
sin tu pelo,
ni tus sonidos,
de tus pies descalzos,
pisando,
mi cuarto y desnudándote,
en mi colchón.
Me decía no te duermas,
en tus sueños locos,
follas con la luna,
porque se hace corta la noche,
sin ella,
cuando estoy en vela,
con mi humo y mis flores,
de tantos,
maltrataros,
de tanto ser,
y en mi armario,
que brillan la desidia,
y las estrellas.
Y en su encubría,
de tantas ropas secas,
de mi pereza,
de atracarte,
las puta boca,
de tu esencia.
Este bullicio silencio,
de escuchar,
mi lápiz,
dejando tintas,
que dejan mi ira,
marcada en un papel,
que se quema lentamente,
en mis drogados ojos,
de borracheras de ginebras,
viendo como la soledad,
me cicatrizan,
unas vez mas,
abandonad,
en una oscura noche,
si ti... .
martes, 23 de julio de 2013
jean ryan - 24 de julio, otra llamada, otra cerveza
No me quiero atrever,
ha desearte algo mejor,
porque mis noches,
sin la luna,
ni estrellas,
soy como el pájaro sin plumas,
que quiero volver a renacer,
en su vuelo de libertad,
que el viento viene y va otra vez.
Se nos quedan cortas tantas horas,
sin estar adjunto a tu sudor,
ni a tu pelo,
ni a tus labios,
que tiene pelusa,
de mi ayer,
ni mi vida,
ni yo te quiero ver,
ni en mi armario,
ni en el recuerdo,
de mis ventanas,
de las flores enloquecer,
ni sin mayos,
de primaveras,
inminentes,
de noches en velas,
de poesía y velas,
de tintas y fuego.
La rabia de no tenerte,
de no abrazarte,
de no escucharte,
y de no poderte ver.
La ira de mis cama,
sin tus bragas,
ni tu bramidos al anochecer,
me acompañan,
unas rosas,
viejos papeles,
la poca luz de la luna,
la melancolía de mis ojos a oscuras.
Y sin rimas que gritar,
y exponerte,
a ti bella,
luna que me acompañas,
esta noche,
que contigo,
la noche no se me es amarga,
ya no tengo el frió,
sin tu sabor,
ni la armónica,
dicta a un solitario corazón
que anda buscando,
algo,
que le de mas calidez,
de fiestas de ginebras,
bailando a solas,
aquella balada,
empapada de lagrimas,
que me recordaban,
que ya mayo paso,
que el verano marchó,
Hasta nunca,
me revuelco por el suelo,
desbocado,
en fuego,
en la suciedad,
en lo negro,
y en ásperos,
nostálgicos,
y sucios sueños.
Veinte cuatro de julio,
otra llamada,
otra puta cerveza,
no voy a cerrar mis borracheras,
que vuelven,
mis ganas de vivir,
y al final se van,
como el otoño sin ti,
y mis largas noches,
no paran de recordar.
Se nos quedan cortas tantas horas,
sin estar adjunto a tu sudor,
ni a tu pelo,
ni a tus labios,
que tiene pelusa,
de mi ayer,
ni mi vida,
ni yo te quiero ver,
ni en mi armario,
ni en el recuerdo,
de mis ventanas,
de las flores enloquecer,
ni sin mayos,
de primaveras,
inminentes,
de noches en velas,
de poesía y velas,
de tintas y fuego.
La rabia de no tenerte,
de no abrazarte,
de no escucharte,
y de no poderte ver.
La ira de mis cama,
sin tus bragas,
ni tu bramidos al anochecer,
me acompañan,
unas rosas,
viejos papeles,
la poca luz de la luna,
la melancolía de mis ojos a oscuras.
Y sin rimas que gritar,
y exponerte,
a ti bella,
luna que me acompañas,
esta noche,
que contigo,
la noche no se me es amarga,
ya no tengo el frió,
sin tu sabor,
ni la armónica,
dicta a un solitario corazón
que anda buscando,
algo,
que le de mas calidez,
de fiestas de ginebras,
bailando a solas,
aquella balada,
empapada de lagrimas,
que me recordaban,
que ya mayo paso,
que el verano marchó,
Hasta nunca,
me revuelco por el suelo,
desbocado,
en fuego,
en la suciedad,
en lo negro,
y en ásperos,
nostálgicos,
y sucios sueños.
Veinte cuatro de julio,
otra llamada,
otra puta cerveza,
no voy a cerrar mis borracheras,
que vuelven,
mis ganas de vivir,
y al final se van,
como el otoño sin ti,
y mis largas noches,
no paran de recordar.
Jean Ryan - Otra balada, de tantas noches, de tantos desvelos.
Un rió, si eso un rió,
eran tus lagrimas,
que araña,
con cada pestañeo,
tus facciones de tu pálida cara.
Yo soñé, que tu luna,
me abandonaba,
cuando me dabas las espaldas,
de llorar a solas,
engañando,
y ensuciando,
mis labios,
en ginebras baratas.
Yo trasnoches,
miles de noches,
que pensaban,
que estaba en un solo día,
jugando con el olvido,
de tus recuerdos,
que me embalan.
Si yo supiera, todo lo que he sido,
queizas, cambiara, y sería,
otro, que tal vez,
vuelva a cambiar todas tus mañanas,
de frio, que pasas,
hechandome de menos,
sola en tu cama.
Anhelo tu mirada,
que se reflejan,
en un vaso,
llenos de papeles,
que se ensucian,
sin cuidado,
de tener una mala pasada,
sin estar tu tan si quiera conmigo,
sueño que estas desnuda,
bajo aquel vestido,
que me acompañaba,
en el éxtasis,
en los besos,
y saber que todavía,
después de años,
después de miles de horas,
de relojes llorando,
y el tiempo mordisqueando,
mi corazón,
y dándome patadas.
Toda esta ceniza,
que se apaga,
son señales,
cicatrices,
de que todavía,
hay algo,
que se acuerda,
de ti.
Me ahogo,
me atormento,
me ensucio,
me revuelco,
y me engaño.
Triste,alarido, decaído y traicionado,
por ti,
por tus besos, que se atrapan,
en un paño mojado,
que no se seca,
y humedece mis momentos,
y se me para el despertar,
el desvelo,
las noches y el sueño.
viernes, 19 de julio de 2013
Jean Ryan - Luna, Duerme a mi lado
Perdóname, si ves, que se acaban mis ganas,
de ver como tus ojos,
se prenden en fuego, de tus candelas,
la cual ya no estoy encendido.
Mis noches fueron locas, de desbocado,
de sufrir miles de olvidos,
donde veía que la noche,
te contemplaba,
bailando a solas,
y la luna te decía,
yo te acompaño,
que tu traje blanco,
suspira otra vez,
por tener a mis besos,
en sus colchón,
donde no quedan ganas.
Perdóname, si ves, que ya no queda algo,
de lo que tal vez, fui ayer,
de mis conversaciones,
desnudo contigo,
de tus celos,
que siempre te acompañan,
cuando ves que estoy perdido.
Noches enteras de alcohol y burdeles,
donde las flores,
eran de negro, y se teñían,
en gritos de soledad.
Donde quedan tus, simple miradas,
que me arrollaban,
me cuajaban,
entre miles de cafés,
que volvía,
a reactivar,
que tu eres mas que el olvido,
que día tras día,
me visitas,
sin tener una llamada.
Que tus abrazos, que arañaban,
después de quererte,
de escribirte tantas cartas,
donde quería,
plasmar,
lo que salían de mis rundeles,
de tanta horas muertes,
de sucios cantaros,
de barro,
como si fueran lodo de tus sueños.
Perdóname noche, sin tus lunas,
lloriquean,
que a tu media luz,
tu amor tardea,
entero, mis llamas,
y desvela,
sueños,
donde tus ojos,
me abrazaban, en la locura de la soledad.
de ver como tus ojos,
se prenden en fuego, de tus candelas,
la cual ya no estoy encendido.
Mis noches fueron locas, de desbocado,
de sufrir miles de olvidos,
donde veía que la noche,
te contemplaba,
bailando a solas,
y la luna te decía,
yo te acompaño,
que tu traje blanco,
suspira otra vez,
por tener a mis besos,
en sus colchón,
donde no quedan ganas.
Perdóname, si ves, que ya no queda algo,
de lo que tal vez, fui ayer,
de mis conversaciones,
desnudo contigo,
de tus celos,
que siempre te acompañan,
cuando ves que estoy perdido.
Noches enteras de alcohol y burdeles,
donde las flores,
eran de negro, y se teñían,
en gritos de soledad.
Donde quedan tus, simple miradas,
que me arrollaban,
me cuajaban,
entre miles de cafés,
que volvía,
a reactivar,
que tu eres mas que el olvido,
que día tras día,
me visitas,
sin tener una llamada.
Que tus abrazos, que arañaban,
después de quererte,
de escribirte tantas cartas,
donde quería,
plasmar,
lo que salían de mis rundeles,
de tanta horas muertes,
de sucios cantaros,
de barro,
como si fueran lodo de tus sueños.
Perdóname noche, sin tus lunas,
lloriquean,
que a tu media luz,
tu amor tardea,
entero, mis llamas,
y desvela,
sueños,
donde tus ojos,
me abrazaban, en la locura de la soledad.
miércoles, 17 de julio de 2013
Jean Ryan - Lagrimas de clavos oxidados. ( Porción de la ira )
Tus labios de trapas,
me besan,
y me araña,
donde en mi colchón,
tus sudores,
son lo que me enjuagan.
De sabores de tus gritos,
sin gargantas,
de llorar,
todas las mañanas,
sin saber el sol,
que donde están,
mis ganas.
Cansado de saborear,
los mejores, vinos,
de decirle,
al cielo,
que lloran mis lagrimas,
de pedirle a la noche,
que mañana este contigo.
Que cada pestañeo,
es como,
si perdiera el tiempo,
sin verte,
sin tenerte,
ni quererte.
Casado de estar en el suelo,
los mejores, engaños,
me dijeron,
aquí estoy yo,
entre tantos llantos,
y este ventarrón,
de aires de aceros,
y este chubasco,
de sollozos,
de clavos oxidados,
esperando que el tiempo,
unifique,
nuestros pelos,
y se digan el quiero,
entre flores rojas y amarillas,
entre la penumbra de la luna,
y bajas luces de estrellas,
donde las heridas,
ya están quemadas,
en la hoguera de la soledad.
Entre imanes,
nuestro cuerpos,
se atraen,
sin anhelar,
sin pendrarse,
a lo que pueda pasar,
entre la melancolía,
de la soledad.
Que mi recuerdo,
es tosco,
rudo,
y sin el dar a que pensar,
que soy tan inusual,
que tu demencia,
no me deja escapar.
Entre tintas, libros locos, rimas tontas, y poeta de mierda, que alguna vez, se da a que pensar,
que la vida es un excremento, de tus mentiras, de as guerras, que tuvimos, cuando hacíamos el amor,
o de las mentiras que te digo.
me besan,
y me araña,
donde en mi colchón,
tus sudores,
son lo que me enjuagan.
De sabores de tus gritos,
sin gargantas,
de llorar,
todas las mañanas,
sin saber el sol,
que donde están,
mis ganas.
Cansado de saborear,
los mejores, vinos,
de decirle,
al cielo,
que lloran mis lagrimas,
de pedirle a la noche,
que mañana este contigo.
Que cada pestañeo,
es como,
si perdiera el tiempo,
sin verte,
sin tenerte,
ni quererte.
Casado de estar en el suelo,
los mejores, engaños,
me dijeron,
aquí estoy yo,
entre tantos llantos,
y este ventarrón,
de aires de aceros,
y este chubasco,
de sollozos,
de clavos oxidados,
esperando que el tiempo,
unifique,
nuestros pelos,
y se digan el quiero,
entre flores rojas y amarillas,
entre la penumbra de la luna,
y bajas luces de estrellas,
donde las heridas,
ya están quemadas,
en la hoguera de la soledad.
Entre imanes,
nuestro cuerpos,
se atraen,
sin anhelar,
sin pendrarse,
a lo que pueda pasar,
entre la melancolía,
de la soledad.
Que mi recuerdo,
es tosco,
rudo,
y sin el dar a que pensar,
que soy tan inusual,
que tu demencia,
no me deja escapar.
Entre tintas, libros locos, rimas tontas, y poeta de mierda, que alguna vez, se da a que pensar,
que la vida es un excremento, de tus mentiras, de as guerras, que tuvimos, cuando hacíamos el amor,
o de las mentiras que te digo.
martes, 16 de julio de 2013
Jean Ryan - Tus ojos soñando en mi cama...
Si tu supieras,
cuanto te olvido,
si tu supieras,
cuantas vueltas doy en mi cama,
esperando que vuelvas a pasar,
por mis ventanas.
Que sin este fuego,
tengo frió,
de contarle a mis noches,
que fueron amores,
solitarios,
de besos,
que se derriten,
poco a poco,
por tu espalda.
No aguanto tantas puñaladas,
que se hincaron,
en mi corazón,
derramando,
mi ira,
de rencor,
que esta nostalgia me mata.
Que lloro,
dando ladridos,
como el perro,
rabioso,
que ya desgastado,
esta sin alma.
Sin ganas de comer,
de vivir,
y ni siquiera,
masturbarme,
por las mañanas.
Si tu supieras,
lo que hago por ver,
esos ojos,
soñando en mi cama,
si tu supieras,
lo que hago por ver,
que ya no estoy,
al ver que no despierto,
solitario en mis desvelos de abril.
Si tu supieras, que desde que llora el pájaro,
la amapola tiene sed,
y mi alma esta callada.
cuanto te olvido,
si tu supieras,
cuantas vueltas doy en mi cama,
esperando que vuelvas a pasar,
por mis ventanas.
Que sin este fuego,
tengo frió,
de contarle a mis noches,
que fueron amores,
solitarios,
de besos,
que se derriten,
poco a poco,
por tu espalda.
No aguanto tantas puñaladas,
que se hincaron,
en mi corazón,
derramando,
mi ira,
de rencor,
que esta nostalgia me mata.
Que lloro,
dando ladridos,
como el perro,
rabioso,
que ya desgastado,
esta sin alma.
Sin ganas de comer,
de vivir,
y ni siquiera,
masturbarme,
por las mañanas.
Si tu supieras,
lo que hago por ver,
esos ojos,
soñando en mi cama,
si tu supieras,
lo que hago por ver,
que ya no estoy,
al ver que no despierto,
solitario en mis desvelos de abril.
Si tu supieras, que desde que llora el pájaro,
la amapola tiene sed,
y mi alma esta callada.
lunes, 15 de julio de 2013
Jean Ryan - Canción a mis melancólicas noches
Ayer era sábado,
y hoy con todo olvidado,
bajo un cajón,
sucio y desarmado,
de golpes, y ladridos,
de viejos arañazos.
Madrugar en mi vida,
fue una costumbre,
cuando te hachaba de menos,
y me sentía lejos de tus agujeros.
Dirán que todos los días se nos ha hecho tarde,
pero yo,
solo como aquel,
que cada noche, le pregunta al viento,
que cuando murió una inútil flor.
Se para el desahogado reloj,
llenos de minutos sin ti,
llenos de melancolía,
Después del mirar,
de tus ojos,
mis lagrimas,
parecen cataratas,
y mares rotos por olas.
Y el tiempo sigue,
llenando mis armarios,
de mentiras,
y añeja ropa,
de nostalgia,
tinta derramadas,
en papeles que se queman.
Como quieres que sea una canción,
si mis rimas, pasan hambre,
de ti,
pasan sed de tus sudores,
pasan depresión,
porque tus ojos,
no le dan color,
a un joven desolado,
por la escapatoria,
de la derrota,
de lo imperecedero,
incluso de la memoria,
que todavía a ti recuerda,
como cada noche,
era sexo,
sin amor,
ni calor.
jueves, 11 de julio de 2013
Jean Ryan - Balada al rencor
Es una pena que haya llorado,
por un viejo amor,
en las noches de luna llena,
bajo una triste canción,
cuando estoy desolado,
la luna me habla,
y me dice,
que apenas recibe mis llamadas.
Sigo pisando aceras,
llenas de lagrimas,
que entre la lluvia,
mañeara se camufla,
de largos paseos,
intentado,
olvidar, olvidar,
olvidar que fue un perdón,
algo que fue nunca,
y nunca será,
lo que fueron tus sucios besos.
No se si es el humo,
o el mareo del vino,
son tuyas,
las heridas que lleva mi corazón.
Ya no volveré a rezar,
ni confesar el pecado,
con el cual,
te dije adiós,
fueron muchas la noches,
que perdí la razón,
no aguanto este puñal,
que me atraviesa,
y me encharca,
en la mentira,
el rencor,
la nostalgia,
y la melancolía,
y el saber que mañana,
otro día,
y mi cama congeladas,
de una noche,
de enero,
donde decías que me amabas.
por un viejo amor,
en las noches de luna llena,
bajo una triste canción,
cuando estoy desolado,
la luna me habla,
y me dice,
que apenas recibe mis llamadas.
Sigo pisando aceras,
llenas de lagrimas,
que entre la lluvia,
mañeara se camufla,
de largos paseos,
intentado,
olvidar, olvidar,
olvidar que fue un perdón,
algo que fue nunca,
y nunca será,
lo que fueron tus sucios besos.
No se si es el humo,
o el mareo del vino,
son tuyas,
las heridas que lleva mi corazón.
Ya no volveré a rezar,
ni confesar el pecado,
con el cual,
te dije adiós,
fueron muchas la noches,
que perdí la razón,
no aguanto este puñal,
que me atraviesa,
y me encharca,
en la mentira,
el rencor,
la nostalgia,
y la melancolía,
y el saber que mañana,
otro día,
y mi cama congeladas,
de una noche,
de enero,
donde decías que me amabas.
miércoles, 10 de julio de 2013
Jean Ryan - Agazapado entre papeles con sabor a nostalgía
Rompo cristales,
rugiendo al cantar,
las mayores necedades,
de mi vida ambulante,
donde mis narcosis,
no son estériles,
y cuenta que te quiero.
Mi travesía,
sigue cumpliendo,
con mis oficios,
y cuentos,
donde los miedos,
si tienen fuerza para afrontar,
que se me tuercen los dedos,
de un gañan,
de un vago,
que se agazapa,
detrás del cordón,
de tantos te quiero,
ni besos,
sin quiero,
que le den a culo,
que engaño,
a su pájaro sin vuelo,
de noches sin sexos.
Besando los adoquines,
de nuestras borracheras,
de los sardineles,
de nuestros asientos,
cuando me encauso,
en otro vuelo,
y me rebelo,
en un mar de olas,
de engaños y de mentiras,
donde los sueños,
son traicioneros,
en un monte de aguaceros.
Lo truenos de mi mesa,
son como resplandores,
de almas inútiles,
de sueños y sueños,
de tristes recuerdos,
y estos papeles,
que se queman en una hoguera.
rugiendo al cantar,
las mayores necedades,
de mi vida ambulante,
donde mis narcosis,
no son estériles,
y cuenta que te quiero.
Mi travesía,
sigue cumpliendo,
con mis oficios,
y cuentos,
donde los miedos,
si tienen fuerza para afrontar,
que se me tuercen los dedos,
de un gañan,
de un vago,
que se agazapa,
detrás del cordón,
de tantos te quiero,
ni besos,
sin quiero,
que le den a culo,
que engaño,
a su pájaro sin vuelo,
de noches sin sexos.
Besando los adoquines,
de nuestras borracheras,
de los sardineles,
de nuestros asientos,
cuando me encauso,
en otro vuelo,
y me rebelo,
en un mar de olas,
de engaños y de mentiras,
donde los sueños,
son traicioneros,
en un monte de aguaceros.
Lo truenos de mi mesa,
son como resplandores,
de almas inútiles,
de sueños y sueños,
de tristes recuerdos,
y estos papeles,
que se queman en una hoguera.
martes, 9 de julio de 2013
Jean Ryan - Amor vete por la ventana.
Ya no habrá mas lagrimas,
que mojan un colchón,
de esta soledad,
que se interrumpen,
en mi triste habitación.
Mis historias, pedazos,
de papeles que se queman,
bajo velas,
que dan un poco de calor,
en las noches frías,
donde falto tu amor.
No somos una noche,
en las que las estrellas,
no están,
y la incertidumbre,
si a mi tu volverás,
donde las calles,
y la luna,
solas están.
La melancolía,
sin estar cerca de tus besos,
de rimas cuajadas,
del que fueron,
tus abrazos,
sin calor,
y que engañaban,
en cada momento,
por que esto del infinito,
me recuerda,
a lo que era el credo,
y después se apago,
cuando se acabo el vino,
todas las borracheras,
de almas desnudas,
bajo un mismo techo,
ni el crepúsculo de la mañana,
ni el saber si, tal vez,
me enamoro de este silencio.
que mojan un colchón,
de esta soledad,
que se interrumpen,
en mi triste habitación.
Mis historias, pedazos,
de papeles que se queman,
bajo velas,
que dan un poco de calor,
en las noches frías,
donde falto tu amor.
No somos una noche,
en las que las estrellas,
no están,
y la incertidumbre,
si a mi tu volverás,
donde las calles,
y la luna,
solas están.
La melancolía,
sin estar cerca de tus besos,
de rimas cuajadas,
del que fueron,
tus abrazos,
sin calor,
y que engañaban,
en cada momento,
por que esto del infinito,
me recuerda,
a lo que era el credo,
y después se apago,
cuando se acabo el vino,
todas las borracheras,
de almas desnudas,
bajo un mismo techo,
ni el crepúsculo de la mañana,
ni el saber si, tal vez,
me enamoro de este silencio.
miércoles, 3 de julio de 2013
Jean Ryan - Balada LII
Si cada pestañeo de tus ojos,
morena son como el tiempo,
que rompe mis caderas,
del tic- tac ,
de tu pelo movimiento,
es como si me masturbara,
todo el cuerpo,
y mañana,
no habrá noches con velas,
ni vinos que empapen nuestras borracheras.
Déjame pasarme por cuerpo,
como si me fuera todo aquello,
que eran flores,
y colonias de tu sudores,
de los que me alimento,
cuando estoy a oscuras.
Y se sequen las lagrimas,
de octubre,
que rondaron,
bajo aquel nubarrón,
que llueve como,
cuando te vas,
sin decir el hasta luego,
como si fuera el paseo,
de un sueño,
en una tarde o un verano,
donde el amor,
se esconde,
bajo los almendros.
Y mientras pasen los minutos,
y las olas,
se esfumen,
como este viejo humo,
que nubla,
de mentiras,
de aquel día,
que te invitaron a follar,
bajo los olivos,
de lo sueños de papeleras,
de las mentiras,
de callejuelas.
Y volver a perderme como triste,
bajo un colchón de enero,
donde se pierden todas,
mis ideas, de las cervezas,
todas mis penumbras de ideas,
de vientos extraños,
que bruman,
todos mis pequeños,
recuerdos, nostalgia,
con las lunas llenas.
morena son como el tiempo,
que rompe mis caderas,
del tic- tac ,
de tu pelo movimiento,
es como si me masturbara,
todo el cuerpo,
y mañana,
no habrá noches con velas,
ni vinos que empapen nuestras borracheras.
Déjame pasarme por cuerpo,
como si me fuera todo aquello,
que eran flores,
y colonias de tu sudores,
de los que me alimento,
cuando estoy a oscuras.
Y se sequen las lagrimas,
de octubre,
que rondaron,
bajo aquel nubarrón,
que llueve como,
cuando te vas,
sin decir el hasta luego,
como si fuera el paseo,
de un sueño,
en una tarde o un verano,
donde el amor,
se esconde,
bajo los almendros.
Y mientras pasen los minutos,
y las olas,
se esfumen,
como este viejo humo,
que nubla,
de mentiras,
de aquel día,
que te invitaron a follar,
bajo los olivos,
de lo sueños de papeleras,
de las mentiras,
de callejuelas.
Y volver a perderme como triste,
bajo un colchón de enero,
donde se pierden todas,
mis ideas, de las cervezas,
todas mis penumbras de ideas,
de vientos extraños,
que bruman,
todos mis pequeños,
recuerdos, nostalgia,
con las lunas llenas.
Jean Ryan - Balada a la soledad
Son como una aguja,
tus secos labios,
cuando están,
empapados de soledad.
Llega las nubes,
donde esta el camino?
Cuando crecía la dudas,
de donde tu me dijiste,
que esta era nuestra primavera,
donde el azahar,
se vino a Sevilla,
sin llamada de espera.
Todas las mañana cuando camino,
me acerco a donde llagaron,
los recuerdos,
que se quedaron,
encerrados en un armario,
si la hambre me llama,
y la vida golpea,
a las espaldas,
de donde el camino,
se luce en los floreros,
de un viejo cántaro.
Llego el frió,
donde esta mi cuarto,
donde esta los viejos cuentos,
la cenizas,
las botellas,
las poesías,
que me emborraban en mis madrugadas,
en las que pasaba en vela.
Y me he perdido entre miles de jaramagos,
donde ya no se, si están ni si quiera pienso,
lo que sueño, ni mi cantar a los olivos,
ni mis mañanas contigo,
como la soledad es sorda decidí,
irme contigo.
tus secos labios,
cuando están,
empapados de soledad.
Llega las nubes,
donde esta el camino?
Cuando crecía la dudas,
de donde tu me dijiste,
que esta era nuestra primavera,
donde el azahar,
se vino a Sevilla,
sin llamada de espera.
Todas las mañana cuando camino,
me acerco a donde llagaron,
los recuerdos,
que se quedaron,
encerrados en un armario,
si la hambre me llama,
y la vida golpea,
a las espaldas,
de donde el camino,
se luce en los floreros,
de un viejo cántaro.
Llego el frió,
donde esta mi cuarto,
donde esta los viejos cuentos,
la cenizas,
las botellas,
las poesías,
que me emborraban en mis madrugadas,
en las que pasaba en vela.
Y me he perdido entre miles de jaramagos,
donde ya no se, si están ni si quiera pienso,
lo que sueño, ni mi cantar a los olivos,
ni mis mañanas contigo,
como la soledad es sorda decidí,
irme contigo.
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